martes, 30 de octubre de 2012



El deporte forma parte de la cultura, de los hábitos que hacen de nuestra vida una experiencia satisfactoria y que nos preparan para superar esfuerzos y enfermedades.
La práctica deportiva en familia permite compartir momentos de superación personal y también afrontar situaciones incómodas, reforzando los lazos entre padres, hijos y hermanos. Os proponemos algunas actividades para compartir.
  • Senderismo. Paisaje, ejercicio y comida se comparten suave y placenteramente. Incluso los imprevistos, como un chaparrón no esperado, ayudan a buscar soluciones en grupo y a colaborar para superar la situación
  • Piscina . La actividad en piscina cubierta permite una rutina semanal sin importar el clima en el que los niños gastan parte de su energía (parte, porque son incansables) y adquieren autonomía en el vestido y el desvestido, el uso de la ducha y la preparación de su mochila.
  • Cicloturismo. Una variante del senderismo algo más cansada si hay desniveles pero que ofrece más motivación a los que se cansan andando.


Dado que los niños pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio, los padres deben interesarse y conocer los deportes y las actividades físicas que sus hijos realizan en él.
También deben conocer los objetivos que se persiguen con dichas actividades y a las personas responsables de impartirlas.
En muchos casos, los padres también disfrutan haciendo deporte con sus hijos. Ahí su responsabilidad es más placentera pero más trascendente si cabe, puesto que el buen ejemplo ante los niños cobra singular importancia. Y no sólo en la práctica.
Viendo deporte por televisión o en la grada de un pabellón deportivo, existen una serie de comportamientos (la objetividad, la tranquilidad a la hora de celebrar o de resignarse ante un resultado...), en los que el ejemplo paterno es fundamental.

El deporte no sólo aporta beneficios fisiológicos, sino también ventajas psicológicas, ya que reduce la ansiedad y la agresividad, y mejora la capacidad afectiva y la autoestima.

La iniciación al deporte siempre debe ser un juego y nunca una competición. Los especialistas recomiendan los ejercicios de resistencia con carácter lúdico, mientras que deben evitarse los de máxima fuerza. Correr, montar en bicicleta, nadar o practicar senderismo son algunas de las opciones que tienen más éxito. Te ofrecemos algunos consejos para que puedas disfrutar mejor del deporte en familia:

No escatimes en la calidad del material deportivo, ya que de él dependerá parte de la seguridad en la práctica del ejercicio.

Si la jornada deportiva es al aire libre, infórmate sobre la climatología y el estado del terreno en el que vais a realizar las actividades.

Tomar al menos dos vasos de agua antes de comenzar la actividad física, y uno por cada media hora de ejercicio para evitar la deshidratación. 

Evita practicar deporte en situaciones de calor o frío extremos. Es mejor aplazar la cita deportiva o planear alguna actividad en instalaciones cubiertas.

Recuerda que el deporte debe adaptarse al estado físico del deportista, su madurez muscular, sus habilidades y su edad. No elijas deportes que superan tu capacidad.

En la bolsa deportiva reserva un espacio para el botiquín con material de atención básico (tiritas; toallitas con alcohol; vendas; gasas; tijeras y pinzas; antiinflamatorios; protección solar).

Importancia de la recreación en familia.




El ritmo de vida, el consumismo que, consciente o inconscientemente orienta nuestro proceder, los problema que debemos afrontar para satisfacer nuestras necesidades diarias, están influyendo negativamente en algo en que a veces ni pensamos y es esencial para nuestro desarrollo como seres humanos: la calidad de vida.
Todos los seres humanos deberíamos tener como objetivo algo fundamental: disfrutar de la vida y mejorar su calidad, pero esto no se logra con un simple deseo, es necesario poner de nuestra parte.
Si hablamos de la importancia de la creatividad, nos enfocamos fundamentalmente hacia la labor del equipo, con lo que se puede deducir su valor para cualquier aspecto de nuestra vida. Por eso la competitividad de una persona está en relación directa con su capacidad de crear, y esto es algo que mucha gente tiene en cuenta y practica.
Pero hay algo de lo que no tenemos conciencia, o a veces consideramos que ya no estamos en edad de hacerlo: la importancia de RE-CREAR, que consiste en volver a crearnos, en sacar lo mejor de nosotros mismos, que tal vez hayamos dejado de utilizar. Una de las mejores formas del lograrlo es, justamente, LA RECREACION, y cuando utilizamos este término, pensamos en diversión. ¡Y precisamente, de eso se trata¡
Existen artículos muy interesantes respecto a la necesidad de relajación. Creo que la recreación es una forma eficaz de relajarse.
La capacidad de recreación la tenemos todos, hasta los más “formales”, es un recurso natural de todo ser humano.


Pensemos en la sensación que nos produce ver niños jugando, personas de todas las edades bailando en una fiesta, etc. ¿Es la misma que experimentamos cuando nos encerramos en nuestros prejuicios, preocupaciones, o nos recargamos de trabajo para satisfacer necesidades que, si reflexionamos sobre ellas, llegaremos a la conclusión que no son tan esenciales?
La necesidad de divertirse no es algo exclusivo de niños y jóvenes. Está comprobado que la diversión relaja, trae alegría. Y, como consecuencia, nos ayuda a ser más optimistas y productivos.
Una definición de recreación, que he encontrado en un trabajo sobre productividad de los equipos y empresas dice textualmente que es toda actividad libremente escogida, realizada en forma voluntaria, después de horas destinadas al trabajo y a la satisfacción de necesidades básicas, tales como comer, dormir, etc., y que produce crecimiento y desarrollo personal.
Personalmente, cambiaría algo, es importante también durante horas destinadas al trabajo y al estudio, por eso insistimos en las técnicas recreativas en el trabajo en equipo y la enseñanza de aprender a aprender.
Está comprobado que las colectividades que se divierten juntas y son capaces de disfrutar el compartir buenos momentos, son más capaces de sacar provecho de los buenos momentos y afrontar los malos.
Si bien somos seres sociales, esto también se aplica a nuestras actividades individuales. Saboreemos los buenos momentos, disfrutemos de nuestra familia, riamos más, aprendamos a reírnos de nosotros mismos, recreemos nuestra vida, e indudablemente mejoraremos su calidad.



Importancia de la cultura en la familia





Cuando los niños y las niñas acceden por primera vez a los centros educativos, lo que demuestran como personas no es otra cosa que el fruto y elproducto de la educación que hayan recibido en sus respectivos ambientes familiares. Es de suma importancia incorporar a la familia al procesoeducativo de sus hijas e hijos pero ésta debe estar bien dirigida y orientada por profesionales competentes y preparados, , teniendo en cuenta que hoy la educación vive un proceso de cambio transcendental y la educación en la diversidad, para la diversidad y desde la diversidad entendida como un valorpositivo presupone un reto para el enriquecimiento de los procesos educativos en general y las posibilidades didáctico- metodológicas en particular. Considero que tener en cuenta la cultura de la diversidad configura una de las dimensiones centrales de estos cambios.

A pesar de que en los últimos años se ha producido un desarrollo dinámico de posturas integracionistas, optimistas, y positivistas que progresivamente han ido abandonando enfoques muy centrados en el déficit para ir valorando las necesidades, posibilidades y potencialidades de cada individuo, conocemos que aún las prácticas educativas ofrecen numerosas resistencias a un cambio de fondo que de verdad transforme las concepciones y lasactitudes de los distintos factores implicados en la educación, entre ellos por supuesto la familia, para que entonces se pueda ofrecer con mayor calidad la respuesta adecuada a todas y cada una de las personas.



Lamentablemente, no siempre se hace todo lo que se pudiera hacer por parte de los factores implicados en la educación, la importancia que requiere la influencia familiar, es conocida por todos los presentes, por tanto les propongo como objetivo de este articulo , reflexionar y debatir sobre diferentes aspectos de la educación familiar centrados en las siguientes interrogantes:
¿ Para qué educa la familia?
¿Cómo educa la familia?
¿Vivir en familia significa educar?.
Cambios sociales. Su impacto en las familias.
¿En qué dirección debería educar la familia?.

Pautas o indicadores que pueden guiar la Educación Familiar desde una óptica diferente.
Para poder hablar de familia conviene primero que nos planteemos aunque sea muy brevemente alguna pregunta sobre la familia misma. No pretendo con ello formular ninguna interrogante esencialista sobre "¿qué es la familia?". En estos momentos solo quisiera centrar mi reflexión en el objetivo, la finalidad o la dirección en que se desarrolla la familia, de ahí que no me pregunte "¿por qué la familia educa?"; eso está claro. Pienso que nadie tenga dudas de por qué se plantea que la familia educa, es una verdad notoria que, entre otros aspectos, con el ejemplo la familia puede condicionar filosofías acertadas o desacertadas ante la vida e incluso buenas o malas prácticas para vivir, esto es un hecho indiscutible, como lo es también que la familia sola no educa, que la educación es una tarea de todos aunque la familia sea la institución más importante para el desarrollo de una niña o de un niño en las primeras etapas de su vida, en el seno de la familia la niña y el niño se asoman al mundo y en ese
La importancia de la cultura familiar en la influencia de comportamientos que manifiestan los niños y las variaciones individuales que se presentan dentro de una misma cultura.




Al hablar de cultura familiar nos referimos a las características que las personas más allegadas a nosotros nos transmiten a lo largo del tiempo que convivimos e interactuamos con ellos, algunos ejemplos son las creencias religiosas, los patrones, normas, costumbres, mitos entre otros, esta experiencia cultural marca un momento clave en la formación de los significados con los que vamos desarrollando la identidad personal.
Dentro de la cultura el niño entra en un proceso de desarrollo de la observación, la experiencia que tenemos a lo largo del camino recorrido, la imitación, y la comunicación.



Para la formación de la identidad personal no resulta suficiente el conocimiento adquirido, las representaciones

y percepciones de la realidad que deviene de los vínculos familiares y que le permiten orientarse en la realidad. Además de esta dimensión cognitiva debe existir una dimensión afectiva, y es en esa unidad de lo cognitivo y lo afectivo que la cultura familiar cobra significado a través de las vivencias que provocan las experiencias intrafamiliares reconociéndose como diferente. Aunque aparecen los sentimientos de pertenencia ,la identificación con los padres y siente que comparte tradiciones, costumbres y patrones que lo identifican como miembro de esa familia.


El niño que interactúa saludablemente en un clima familiar adecuado adquiere valores de sociabilidad y se ve favorecido para el desarrollo cognitivo en el proceso de aprendizaje. Todo ello condiciona formaciones como el auto concepto y la autoestima, la concepción del sí mismo, la valoración de sus posibilidades..


contexto van adquiriendo sus más tempranos contactos con la vida en sociedad, obtienen sus primeros valores, sus primeras normas de comportamiento, sus primeros sentimientos y esto determinará un desarrollo sano o insano que repercutirá en el resto de su vida.
La familia siempre educa, queriendo o sin querer, en la familia nos estamos educando constantemente unos a otros en el pensamiento, en las actitudes, en la conducta, en lo que decimos, en lo que no decimos, en lo que hacemos o en lo que no hacemos.
Así, si alguien preguntara "¿por qué la familia educa?" podríamos, de una manera simple responder: -Porque siempre ha sido así-, por tanto esa no sería la pregunta interesante sino "¿para qué y cómo educa la familia?", entonces las variadas respuestas estarían más cercanas a la misión para la que se construye una familia.

Si vivir en familia significa educar, entonces todas las familias educan durante toda la vida, porque a diferencia del resto de las instituciones sociales la familia tiene funciones y responsabilidades que duran todo un ciclo vital. Por tanto, creo conveniente detenernos en algunos criterios que fundamentan hoy día la concepción de familia. Hay autores que afirman ... "cuando hablamos de familia tenemos que tener presente tres criterios: Consanguíneo (vínculo de sangre), Convivencia (personas con las que se convive) y Afectivo (es el más importante porque cuando se dice familia se refiere a aquellas personas que "me han querido", "me han alimentado", "me han cuidado", "me han devuelto un sentimiento de estima hacia mi mismo y hacia los demás").

Permítaseme emplear un razonamiento en este aspecto, y más que un razonamiento, podría ser un consejo:
"No basta con prodigar bienes de consumo y dar alimentos, el afecto es fundamental".

Las sociedades de consumo mantienen entre sus miembros relaciones formales, frías y carentes de afecto, basando su interactividad en posiciones declase que establecen patrones de distanciamiento y desigualdad, entendiendo este último concepto como relaciones injustas entre los individuos que colocan en un plano inferior sus potencialidades humanas, la familia en dichas sociedades no es ajena a esta influencia y le quedan algunas asignaturas pendientes si quiere optar por la responsabilidad social ante cada uno de sus miembros, por enfrentar el reto de asumir el futuro con una actitudconstructiva.